C A L I G R A M A
M A E
S T R O
fuiste tú el
amigo
quien
. . . cultivó
en mi infancia
paz, a m o r y
responsabilidad,
s i n causarme
ningún
tormento
poquito a poco
me s a c a s t e
de la ignorancia
con
tus noches de insomnio,
de desvelo y de
constancia
cambiaste la oscuridad
de mi mente en claro día, aprendiendo la verdad
pues, es la
luz de tu
lumbrera la que
siempre me guía
y
tus consejos hasta
hoy siento, todavía,
el eco de tus
pasos
que envuelve misteriosamente no
sólo a mi ser corporal
sino que, tu
fragancia, día a
día, hace más
jovial a mi
espíritu.
M A E S T
R O
muchas veces
pasas ignorado
por aquellos
que un día
de ti
a p r e n d i e ron
tu gran
nobleza,
ahora, a
veces,
quizá te ofenden
porque, tal
vez,
t o d a v í a
no
comprenden
la encomiable
labor de
este
estratega mentor
tan sacrificada
y tan humilde.
Si éstos
un día
cambian de acti-
tud, ¡Perdónalos!
Porque acaban
de ENTENDER
su grave
error
y poco a poco
hoy,
se disponen
a escalar las gradas
de aquella pendiente
a pedir mil disculpas
a su singular M A E S T R O.
Sólo que, esta
vez, quizá
sea tarde y muy tarde
porque, ya no estará presente.
GERALDY
J-5-7-20000
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