H O M B R E O B
E S T I A
A un paso de terminar siglo XX
y por todas partes deambulan
hambrientos, (as),
escuálidos (as),
niños (as) trabajando
y, ¿Acaso,
muchos a veces
delinquiendo?
Por calles y plazas sin
control.
Unos, quizá observamos
todo
y, muchas veces, nos
deleitamos;
otros, nos vendamos
los ojos,
tal vez, por no llorar, por no gritar
¡Tengo HAMBRE! ¡Tengo SED!
Al fin y
al cabo, el hombre,
el hombre . . . ¡Qué hace!
¡Vive, a
veces,
contemplando!
Tan sólo .
. . ¿contemplando?
¡Abusos! ¡Injusticias!
¡Mentiras!
¡Corrupción! y más ¡Corrupción!
Inmenso
desorden
éste
Que avanza
y avanza, día a día,
como las
agujas
de un reloj,
que aunque
mohosas
siguen
girando
y . . .
más girando
sostenidas
y . . . alimentadas
por palancas ocultas e invisibles.
Así en esta máquina
mundo
existen hilos que mueven
tigres,
ogros
y cocodrilos,
que aunque carcomidos por la
vil carroña de la vanidad, no se
contentan
con chupar el néctar
de sus víctimas y son capaces
d
e rumiar una y otra vez
lo que ya digirieron
ayer.
ESA . .
. ¡ESA, es LA VERDAD!
Aunque,
sigamos pregonando:
¡Justicia!
¡Paz! ¡Amor! y ¡Libertad!
Si nos envuelve
la
máscara del
abuso y la maldad ¡Olvidémonos
de ser hombres! Y mejor llamémonos
¡H O RR I P I L A N T E S! . . . ¡B E S T I A S!
GERALDY
J-2-9-1975
No hay comentarios:
Publicar un comentario