BRINDIS A UN AMIGO EN SU
CUMPLEAÑOS.
Querido Ernesto;
Y señores:
Os
suplico me permitan algunas palabras. Ya que a llegado este grato momento. Ya
que ha llegado este grato momento de brindar por la salud de nuestro querido
amigo Ernesto, yo brindo esta copa, deliciosos néctar de la amistad, más que
por la fraternidad, por el hermano, bueno y generoso; porque él, está muy lejos
de ser considerado como amigo, dadas sus virtudes inigualables que le colocan
en el sitial más elevado de la distinción de intimidad. ¿Quién no ha vivido
momentos de regocijo y algarada con su presencia y relato de tantos chascarros?
¿Quién, cuando enfermo no ha recibido su visita, con el rostro meditabundo apesadumbrado, pero con su sonrisa
alentadora? ¿Quién, en la desgracia no fue socorrido por manos del que motiva
este pequeño brindis?... en fin, son innumerable los actos nobles y austeros de
nuestro querido Ernesto que aquí presente, con los cabellos un poco
desparramados hacia la frente, como índice del gozo y alegría que vive en estos
instantes se encuentra frente a nosotros.
Por
eso se me hace tan placentero beber esta copa de licor, a la salud de nuestro
tan querido amigo del alma.
¡Salud,
hermano Ernesto… Salud por tu salud por muchísimos años más de vida que Dios ha
de conferirte para la satisfacción de tus amigos que necesitan de tus sanos
esparcimientos y provechosos consejos! ¡Salud señores…….!
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